La juventud no fué hecha para el placer..sino para el Heroismo!
Atraer a la juventud hacia Cristo es uno de los grandes desafíos de la Iglesia en el comienzo del tercer milenio.
Pero si los jóvenes se lanzan a la búsqueda de la felicidad ilusoria que la sociedad moderna les ofrece con tanta facilidad, ¿cómo hacer para que adhieran a un cristianismo con las exigencias y sacrificios que le son inherentes?
Intentar esconder el rostro sufridor de Cristo, juzgando de esta manera que se puede ganar la simpatía del hombre contemporáneo, es una ilusión que sólo producirá esterilidad en el campo del apostolado.
Desvelar la verdad con toda su deslumbrante integridad es el secreto de una auténtica evangelización, método que los Heraldos del Evangelio siguen en cualquiera que sea su campo de apostolado y sobre todo con los jóvenes, en las Casas de Convivencia y Formación.
Allí pueden comprobar toda la verdad contenida en la famosa sentencia de Paul Claudel: "La juventud no fue hecha para el placer, sino para el heroísmo".
Pero si los jóvenes se lanzan a la búsqueda de la felicidad ilusoria que la sociedad moderna les ofrece con tanta facilidad, ¿cómo hacer para que adhieran a un cristianismo con las exigencias y sacrificios que le son inherentes?
Intentar esconder el rostro sufridor de Cristo, juzgando de esta manera que se puede ganar la simpatía del hombre contemporáneo, es una ilusión que sólo producirá esterilidad en el campo del apostolado.
Desvelar la verdad con toda su deslumbrante integridad es el secreto de una auténtica evangelización, método que los Heraldos del Evangelio siguen en cualquiera que sea su campo de apostolado y sobre todo con los jóvenes, en las Casas de Convivencia y Formación.
Allí pueden comprobar toda la verdad contenida en la famosa sentencia de Paul Claudel: "La juventud no fue hecha para el placer, sino para el heroísmo".